Todo lo que necesitas hacer hoy es orar esta oración en voz alta con fe, con todo tu corazón, sabiendo que Dios está escuchando su oración ahora mismo:

 “Padre Celestial, vengo a ti para aceptar la invitación de salvación que tu Hijo Jesús tan amablemente me ha dado en este momento. Creo con todo mi corazón que murió en la cruz por mis pecados, venció a la muerte, quitó la culpa y la vergüenza por el precio de la sangre que derramó en la cruz del Calvario. Perdóname por todos mis pecados, purifícame más que a la nieve por el poder de la preciosa sangre de tu Hijo.  Restaura mi relación contigo Padre y quita de mí todo lo que no sea tuyo. Jesús, te invito a que vengas y tomes tu lugar en mi corazón. Espíritu Santo te necesito como mi consejero y consolador para que permanezcas en mí y SEAS mi guía. Enséñame a vivir por ti y que mi espíritu se haga uno con el tuyo. Que tú Palabra sea mi pan de cada día. Que mi vida sea un testimonio vivo de quién eres tú y de lo que has hecho en mí; Te necesito. En el nombre de Jesús, oro. AMÉN.

¡Felicidades y bienvenido! Todo el cielo se regocija porque ahora eres una nueva creación, perteneces a Cristo y has sido adoptado en la familia de Dios.

“Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!” 2 Corintios 5:17

Nos encantaría conectarnos con usted para hablar sobre lo que acaba de suceder y brindarle dirección en su caminar con Dios. Contáctenos y háganos saber acerca de su decisión de aceptar a Jesucristo como su Señor y Salvador.